ALEJANDRO SELLÉS | REA nº 14 | Publicado en Noviembre de 2014
La Revista de Estudios Alicantinos tiene el honor de entrevistar a Ernesto García Mora, presidente de la Confesión Odinista Española, que nos cuenta cosas tan interesantes como la oficialidad de las religiones alternativas en una España que relativamente desde hace pocos años ha permitido la libertad religiosa en todos los ámbitos, también en el de la justicia. La Confesión Odinista Española, una organización religiosa con un cuerpo heterogéneo de miembros que alcanza los diez mil miembros en España, considera fundamental recuperar el valor de la narración para la comunidad odinista, destacando la vinculación entre mito, literatura y religión en la forma de entender la espiritualidad animista de la mitología central europea, y las claves que han llevado a convertir la totalidad de la Saga de Teutoburgo, de Artur Balder, en texto sagrado de por vida.
«No es una decisión difícil sino importante», reconoce Ernesto García Mora sobre la sacralización de la Saga de Teutoburgo
REA. -Es Vd. ingeniero y fabrica submarinos en Cartagena. Se puede decir que para ser odinista no hay que ser un tipo raro, como muchos piensan,
¿verdad?
Ernesto García.-Si, efectivamente trabajo en un astillero, y desarrollo una actividad profesional como la cualquier otra persona, dentro del ámbito socio-laboral del país. No somos pues “tipos raros” que se sitúen al margen de sociedad, la iglesia nos ha estigmatizado a lo largo de los siglos, señalando que para pertenecer a la comunidad no se podían tener otras ideas que las que ellos imponían, en este sentido hemos alcanzado ya el estatus ante la sociedad de personas “normales” con los mismos derechos y deberes que el resto, además de haber conseguido su aceptación por el resto como parte común de la misma.
REA. -La libertad de expresión finalmente ha ido permitiendo la libertad religiosa en España, ¿desde cuándo existe COE (siglas en delante de Confesión Odinista Española)?
Ernesto García.-COE nace en España en 1981, dentro de las instalaciones de la universidad politécnica de Madrid, en las que un grupo de estudiantes decidimos crear esta asociación para reivindicar nuestro sentir religioso y hacerlo público. Ciertamente en aquellos tiempos, que podemos considerar “post-franquistas” no se había desarrollado el sistema de garantías y libertades que tenemos ahora. La libertad de expresión no estaba garantizada y había que luchar activamente por ella, la dictadura todavía controlaba el país entero, y la iglesia conservaba el omnímodo poder sobre la sociedad entera. A partir de ese momento COE jugó un papel fundamental a la hora de fijar las bases teológicas de nuestra religión al mismo tiempo que pugnábamos por regularizarla a nivel legal, punto que alcanzamos en el año 2007 con la legalización del Odinismo como religión legalmente reconocida por el estado, siendo los primeros en legalizar una religión pagana en España en 1600 años de prohibición.
REA. -Muchos lectores se preguntarán qué es el odinismo. ¿Podría darnos una definición de la práctica religiosa?
Ernesto García.-La oración en Odinismo consiste en proponer a nuestros Dioses el contrato de un voto, el pedirles que sean indulgentes o comprensivos. Y no en hablarles íntimamente, en entrar dentro de nosotros mismos, en recogerse para tomar una resolución o cualquier decisión, en recapitular las convicciones, en reanimar la fe o la esperanza o simplemente recitar una oración ya establecida como un mantra. La relación con nuestros Dioses es pública y no íntima.
Toda nuestra vida está impregnada de un concepto sacral de mundo, la naturaleza misma es sagrada y nosotros como parte de ella, también. No tenemos un tiempo específico para honrar a los Dioses a lo largo del día, nosotros estamos con ellos siempre y los percibimos en la unidad con nosotros mismos. No tenemos ni sermones dominicales para el transcurso de las ceremonias, ni dogmas que profesar, ni credos que confesar, los ritos se convierten para nosotros la parte más visible de nuestra fe. Honramos a los Dioses, y si se les ofrecemos sacrificios, evidentemente es porque creemos en ellos, no necesitamos estar constantemente declarando nuestra sumisión a ellos, no necesitamos recitar cada media hora su “poder y majestad”. A los cristianos les sorprende no oír casi nunca a los paganos declarar en voz alta que “creemos” en nuestros Dioses y se imaginan que nuestros ritos por ello no son efectivos. Para los Odinistas “hacer es creer”. La práctica de nuestras creencias es lo que nos convierte en hombres religiosos, son nuestros actos los que hablan de nuestra fe.
Tenemos unas normas sagradas que cumplimos a diario, les llamamos las nueve nobles virtudes:
Coraje, Verdad, Honor, Fidelidad, Disciplina, Hospitalidad, Laboriosidad, Confianza y Perseverancia.
Ellas nos conducen por este mundo en nuestro camino personal y en la relación con los demás, son las que un día siguieron nuestros antepasados y ahora lo hacemos nosotros.
-Hay mucho interés hacia el Asatru moderno, la revitalización de los ritos provenientes de la mitología germánica, ¿cuál es la tendencia en un país como España, al sur de Europa?
Ernesto García.-España, curiosamente, fue el cuarto país del mundo en que su gobierno reconoció Asatru en el mundo, hay legalizadas tres organizaciones religiones odinistas, y el crecimiento de adherentes es logarítmico. Las redes sociales están inflamadas en torno a la mitología germánica, y la tendencia es que siga de una manera espectacular, multiplicando por 4 o 5 los crecimientos anuales. Se puede decir que los jóvenes españoles han abrazado Asatru como en ningún sitio del mundo, sobrepasando incluso algún país escandinavo como Noruega.
REA. -¿Y cuál es la vinculación del territorio español con lo germánico europeo?
Ernesto García.-España desciende directamente de un reino germánico: El reino godo de Toledo. Por lo que nuestro referente en origen no podía ser mayor. Aunque aparentemente España sea considerada como un país latino, conservamos toda una tradición que atestigua nuestro origen germánico. En el Concilio de Basilea, en 1434, la delegación sueca discutió con la castellana sobre quién entre ellos eran los auténticos godos. “Los castellanos argumentaron que era mejor ser descendiente de los visigodos que de sus parientes que se quedaron en Escandinavia.”
Además de los godos, los suevos estuvieron asentados en lo que es el norte de Portugal y Galicia, así que por ese lado somos primos hermanos de los habitantes de la región alemana de Suabia.
REA. -¿Son los españoles de hoy todavía un poco godos?
Ernesto García.-Por supuesto, ser godo en España siempre se ha considerado un honor, esto es lo que se dice de ellos: Los pueblos godos son por naturaleza constantes, prontos de ingenio, fiados en la conciencia de sus fuerzas, de grandes arrestos corporales, osados por su prócer estatura, magníficos en su atuendo y en sus gestos, prontos al combate, duros en soportar las heridas conforme canta de ellos el poeta: “Los getas menosprecian la muerte haciendo gala de sus heridas”. Tan grandes guerras sostuvieron y tan estupenda fue la fortaleza de sus insignes victorias, que Roma misma, vencedora de todos los pueblos, se sumó a los triunfos de los godos sometiéndose al yugo de su servidumbre, y la señora de todas las naciones llegó a servirles de criada.
Según la RAE este es su significado:
6. adj. germ. gótico (‖ noble, ilustre).
hacerse de los godos.
1. loc. verb. Blasonar de noble.
ser de los godos.
1. loc. verb. Ser de nobleza antigua.
REA. -Han anunciado que la Saga de Teutoburgo, de Artur Balder, es a partir de ahora un texto sagrado de la religión godo-germánica tal y como se concibe en la Confesión Odinista Española, ¿es esta una decisión difícil de tomar?
Ernesto García.-No es una decisión “difícil” sino importante, COE no es una confesión recreacionista, nosotros no queremos “repescar” los antiguos ritos de la antigüedad sino vivir el Odinismo en día a día. Para saber cómo era nuestra religión usamos filólogos y arqueólogos, pero para sentir dentro de nosotros los valores que nos hacen ser lo que somos tenemos que beber de las fuentes modernas, de los nuevos escaldos, que al igual que los antiguos sublimaban el espíritu divino a través del arte, Artur Balder es pues para nosotros el nuevo escaldo, su obra en conjunto es imprescindible conocerla para saber que es la nueva espiritualidad germánica, en ella se recogen los viejos mitos, revitalizados con su sabia creadora y poniéndolos a disposición de todos nosotros para nuestro alimento espiritual.
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