Debate en el seno del Consell Valencià de Cultura (CVC) con motivo de la disputa que mantienen Fundación Caja Mediterráneo y Banco Sabadell por unas 3.000 obras de arte, abandonadas en Murcia en pésimas condiciones, cuya propiedad ahora es del banco catalán. Sin embargo, la antigua Caja de Ahorros reclama la valiosa colección.
Tensiones entre hipotéticos dueños hizo que el CVC reabriera el asunto de las fundaciones de las cajas de ahorros y citara de nuevo a los responsables de las fundaciones CAM y Banco de Sabadell. Así, el pasado junio compareció Matías Pérez Such, presidente de la actual Fundación Caja Mediterráneo. Such añadió que «las obras de la antigua CAM estaban registradas, pero no se incluían en su balance». Una parte fue para la CAM y la otra para el Sabadell. Pérez Such denunció que el Sabadell tiene en su poder 2.838 obras de arte que están depositadas en Murcia «sin condiciones, en un local con techo de uralita con agujeros».
Es cierto que Caja Mediterráneo ha reactivado su actividad cultural, con una exposición de Eusebio Sempere de sus propios fondos. De momento, esa muestra está en el Aula de Cultura de Alicante pero la idea es que ruede por todas las sedes de la fundación. Esta es la primera de las actividades de muchas que hay proyectadas ante un aval de intenciones de difícil continuidad práctica, y está basada en mostrar el legado de la Obra Social de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo. Pero en los fondos había más, lo que ahora se reclama al Sabadell. Entre las piezas, obras que van desde Pinazo hasta el Equipo Crónica pasando por Cossío y autores locales como Emilio Varela, Gastón Castelló, Joan Castejón, Lorenzo Casanova, Joaquín Agrassot o el propio Eusebio Sempre.
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