REDACCIÓN | REA nº 13 | Publicado en Octubre de 2014
La ciudad de Altea y su arquitectura se ha convertido en una de las protagonistas de la exposición ‘Soñar, habitar, recuperar. La Ciudad Mediterránea en el siglo XXI’, iniciativa que agrupa edificio y espacios de diversas localidades de la provincia de Alicante entre los que se encuentran algunos elementos del municipio alteano.
La muestra se podrá ver en el Palau Altea hasta el próximo 7 de diciembre y está organizada por la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente. En ella se hace una reflexión sobre las buenas prácticas de la arquitectura alicantina entre los años 2001 y 2013 todo ello a través de distintas referencias literarias y fotográficas, y algunas intervenciones arquitectónicas, tanto privadas como públicas, realizadas en centros y entornos históricos de carácter turístico.
En el caso de Altea se han incorporado algunas construcciones y rehabilitaciones realizadas como el Portal Nou y su núcleo histórico tradicional, destacando su reciente denominación como BIC al conjunto histórico del baluarte y recinto renacentista de la localidad. También aparece el edificio de Villa Gadea, construcción finalizada en 1890, y que fue restaurada y recuperada para su uso público, destacando su calidad arquitectónica.
Entre los espacios protagonistas de la exposición aparece también l’Hort de la Campaneta, construido en el último tercio del siglo XIX, que ha sido recientemente rehabilitado, conservando su fisonomía peculiar. Finalmente, también aparece el edificio del Hotel La Serena, que tras su rehabilitación, conserva el volumen original de la primera construcción.
La exposición fue inaugurada este miércoles por el secretario Autonómico de Infraestructuras, Victoriano Sánchez-Barcáiztegui, y del alcalde de Altea, Miguel Ortiz. El primer edil indicó que han sido varias las propuestas de protección que se han realizado durante todos estos años y que “habría que destacar las diversas actuaciones que han tenido varias generaciones de alteanos hasta la fecha”. Actuaciones que comenzaron en los años 60 cuando se aprobaron las primeras normas urbanísticas, lo que trazó “una arista desde la plaza de la iglesia en todos los sentidos, para tener la Altea que hoy conocemos”.
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